domingo, 1 de septiembre de 2013

Mafalda Margarita y María Elena expresaron sus sentimientos al enterarse que identificaron los restos de su hermano en Pozo de Vargas.

"Hoy comenzamos a cerrar una larga y dura historia”

Mafalda Margarita Ybarra y María Elena Ybarra de Bargós .
 Días atrás se dio a conocer que los restos de Emilio Antonio Ybarra, un bandeño desaparecido el 13 de marzo de 1976 fueron identificados por un grupo de antropólogos en una fosa de la localidad de Pozo de Vargas, en la provincia de Tucumán.  Sus hermanas Mafalda Margarita Ybarra y María Elena Ybarra de Bargós recibieron la noticia y comenzaron el camino “para concluir lo que fue una larga historia de lucha y espera”. En diálogo exclusivo con Nuevo Diario repasaron la cruda etapa que vivieron y que hoy intentan cerrar. “Teníamos 30 y 31 años cuando Emilio desapareció, él era nuestro hermano mayor y el hecho destrozó a nuestra familia”, dijeron entre lágrimas.

“Esto fue una lucha que empezó nuestra madre hace 37 años y que luego de fallecer, la seguimos nosotras, fue difícil, no pensábamos que íbamos a llegar a esto, porque si bien es doloroso, a su vez nos da alegría saber que él ya no es más un desaparecido”, aseguraron Mafalda y María Elena, mientras recordaron cómo era su hermano Emilio, “él era una persona responsable, bueno con sus ideales, formas de pensar diferentes, de esa forma, nosotros lo aceptamos”, expresaron.

Emilio desapareció un 13 de marzo de 1976, a sus 33 años y sus familiares, también vivieron persecuciones en la época “fuimos perseguidas, juzgadas, siempre fuimos las “hermanas de”, simplemente por pensar diferente”, dijeron y agregaron “aún así queremos darle el honor que él se merece por haber sido una persona superadora en todos los aspectos”, aseguraron.

“Hoy nos entregan sus huesos, fue duro enterarnos, pensábamos que estábamos preparadas, pero es más duro de lo que imaginamos”, comentaron y para concluir dijeron: “Ahora el juez de Tucumán determinará el día que nos darán los restos, cuesta procesar lo que está pasando, pero tenemos la tranquilidad de que se cierra una larga historia, llena de contratiempos, al final llegaremos a darle una cristiana sepultura y recordarlo como lo que realmente fue. Está muerto y sabemos que ya descansa en paz junto con nuestros padres, esta fortaleza que tenemos viene de la fe, porque golpes como estos, lastiman profundamente”, confesaron.

Para concluir expresaron “quisiéramos ver a los responsables pagar por esto, todo ser humano tiene derecho a que con justicia se los juzgue y si a nuestro hermano, por tener pensamientos diferentes había que juzgarlo, lo tendría que haber hecho la justicia, y no ellos que lo hicieron desaparecer, quizás en un largo tiempo lo asimilemos, pero ya empezamos este camino”.
Fuente: http://www.nuevodiarioweb.com.ar

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