domingo, 13 de mayo de 2012

Blaquier ordenó ocultar las pruebas del caso Ledesma

Personal del Ingenio azucarero retiró documentación de al menos cinco dependencias, incluso en la residencia del empresario, que podría probar la complicidad con el genocidio.

La justicia decidió impedir días atrás la salida del país al empresario Carlos Pedro Blaquier, dueño del Ingenio Ledesma
En las madrugadas de los últimos cuatro días, entre el miércoles pasado y ayer, varios testigos denunciaron que vieron cómo personal del Ingenio Ledesma se movilizó en camionetas de la empresa, y sacó material en cajas de cartón, azules y color madera, de por lo menos cinco dependencias que la planta tiene en Jujuy.

A raíz de ello, los querellantes en la causa por la desaparición del ex intendente Luis Aredez, que llevará a Carlos Pedro Blaquier a declarar como imputado esta semana, reclaman a la justicia que adopte las medidas necesarias para evitar la destrucción de posibles pruebas que vinculen a las autoridades del Ingenio Ledesma con la dictadura.

El miércoles y jueves pasados, entre las 0 y las 4 de la mañana, el lugar elegido para los operativos fue La Rosadita, residencia principal que la familia Blaquier tiene dentro del Ingenio, en la esquina de Arrieta y Paulina, del llamado Barrio Ledesma. Testigos presenciales del operativo señalaron que los empleados se trasladaron en camionetas Ford Ranger doble cabina, y en otras con carrocería cubierta, tipo Traffic, sin identificación. Cargaron los vehículos con bultos, presumiblemente con documentación de la empresa.

En ese punto, y desde hace varios años, se encuentra ubicado uno de los archivos administrativos y contables más importantes de la planta. Se trata de varios ambientes que forman parte de una construcción emblemática, que la familia Blaquier utiliza como residencia principal.

“El lugar está pegado a lo que los lugareños llaman ‘Vieja Lechería’ y que hoy funciona como sector encargado de repartir leche en polvo a los operarios”, dijo a Tiempo Argentino una fuente que vio el operativo.

Lo que alertó a los vecinos de la región fue el despliegue, y sobre todo la hora en que se produjo. Ninguno de los lugares en donde se registraron esos movimientos fue allanado por la justicia, como ocurrió el pasado 26 de abril con oficinas donde fueron incautadas numerosas pruebas que demuestran la vinculación del Ingenio con la dictadura.

Además de las cajas, los testigos vieron carpetas, folios, biblioratos y bolsas, aunque fue imposible distinguir su contenido.

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